Celaá : "Mi intención es abrir una nueva vía, que permita que los alumnos puedan ser eximidos de la enseñanza o de la evaluación. Es decir, puede que un niño entre en primaria y, aunque proceda de otra comunidad, tenga capacidad de ponerse al día. O puede ocurrir que no se ponga al día. Entonces se le exime de la evaluación: podrá dar clases e ir aprendiendo, pero sin la presión de ser evaluado".
El decreto de la etapa Campos ha generado un colectivo de damnificados a los que hay que dar una solución rápida. "Hay gente de primero de Bachillerato a la que se les ha aplicado el decreto; debemos disponer medidas para que el año que viene no tengan la Selectividad con los requerimientos de euskera", abunda Celaá. "Nadie va a ser evaluado injustamente".
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