17 noviembre 2008
INSTITUTO IBAIZABAL: Nos han desconciliado la vida.
Con el horario de este curso, Elizabeth, de 14 años, dice que ahora sólo encuentra tiempo para estudiar de noche y agobiada. Alazne, de igual edad, extraña la siesta que se podía echar antes de ir a su clase particular de las cinco de la tarde. Otros alumnos del bilbaíno Instituto Ibaizabal quieren volver a tener todas las tardes para sí mismos, aunque sea para ver la televisión. Después de tres cursos en horario continuo por las molestias que causaban unas obras próximas, el instituto fue obligado en octubre pasado por el Departamento de Educación del Gobierno vasco a recuperar la jornada partida que exige la normativa autonómica. Y los padres no entienden por qué deben renunciar a un horario respaldado por ellos mismos, los alumnos (de entre 12 y 16 años), los profesores y la dirección del centro.
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