12 diciembre 2010

Informe PISA2009: reflexiones

¿Cuántas horas más de clase?

Noticia tomada de zibereskola
Acaba de salir un nuevo informe Pisa y ya se han producido algunas reacciones, como la que insinúa que sería deseable aumentar el horario de las ciencias, no es que sean malos los resultados en el ámbito de las competencias científicas, pero para revisar están las evaluaciones. En mi opinión, aumentar el horario no necesariamente los mejoraría, lo mismo que por leer algún libro más al año tampoco somos más sabios; no sólo depende de lo qué se lee, también de cómo se lee, de si se integra en los que ya sabemos, del interés que despierta, en definitiva, si nos ayuda a construir nuevo conocimiento; incluso su beneficio puede quedar relativizado por lo que dejamos de hacer en ese tiempo, o al contrario, suponer un valor añadido si nos produce una gran satisfacción, o sensibiliza frente a determinadas problemas.

Lo primero que se debe revisar es el concepto de jornada docente, que supera a la que oficialmente se computa. A las horas lectivas regladas, hay que añadir la externas de apoyo al sistema. Hace unos años hice un pequeñeo muestreo on line entre círculos cercanos, dio como resultado que se acercaba al 50% los alumnos de la ESO y al 70% los de bachillerato que recibían apoyo o clases en academias para poder afrontar los exámenes, cifras que se quedan cortas si se tiene en cuenta que hay datos que responden a alumnos que iniciaban alguna de las etapas y se excluía a los que la abandonaron sin lograr la titulación. Cuando se comenta este fenómeno con algún observador extranjero lo interpreta de forma de automática como un indicador de ineficacia, sin embargo, nosotros lo pasamos por alto, como algo ajeno.

Al principio del curso de Eskola 2.0, les entregué a los participantes tres pruebas liberadas de Pisa para que las resolvieran antes de darles los criterios de evaluación. A continuación les invité a participar en una discusión que abrí en el foro de la red social Eskola 2.0 para que dieran su opinión sobre cómo tendría que cambiar la enseñanza para adecuarse a las pruebas. Las 29 opiniones son breves, pero con una idea convergente: el cambio metodológico.

Nuestro sistema de enseñanza se centra en el aprendizaje de abundantes contenidos escasamente contextualizados, esto no lo ha cambiado ninguna reforma, incluso se con la LOGSE. La prueba de Pisa se basa en competencias contextualizadas, contradición que se trata de salvar con escaso éxito, una muestra de ello es la insistencia en las ODEs para dar contenidos a la iniciativa Eskola 2.0. Salvando y matizando todo lo que se quiera entre distintas prácticas, etapas, “disciplinas” etc. sigue centrando excesivamente en examinar con una muestra “secreta” los conocimientos que se imparten o se trabajan en el aula, que se han de estudiar en casa sistematizados en un libro de texto. ANDREAS SCHLEICHER, responsable del Informe PISA de la OCDE, considera nuestro reto superar estas prácticas.
Quizá esto explique que un país como EEUU, al que se le adjudica un currículo menos exigente, obtenga casi 20 puntos más globalmente, diferencia que puede considerarse significativa, aunque pequeña.
Esta fórmula tradicional tiene un carácter selectivo y muy poco de competencial, además de generar una presión sobre el trabajo del profesorado difícilmente compatible con los objetivos comprensividad y universalidad de la ESO, y comienza a afectar al bachillerato porque la propia demanda social hará que se incorporare éste o un módulo a la etapa obligatoria, aunque mantenga diferente tratamiento.

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